Me despierto tarde esa mañana y corro a tomar el autobús del Politécnico, pero no lo alcanzo. El Angel

   – No importa, tomaré el autobús de la UCLA. – me digo.

Por fin llega el autobús de la UCLA, me monto como en otras ocasiones. Era una mañana sin nada en particular, solo que era muy temprano, alrededor de las siete u ocho de la mañana.Al llegar a la UCLA, el autobús se detiene dentro de la Universidad, me bajo como todo el mundo, y creo en mi mente un mapa mental de las cuadras, aulas y calles que tendré que pasar para poder llegar al Politécnico. 

   Debo cruzar la Av. Libertador. – pienso.

Así que camino hacia él muro que divide las instalaciones de la UCLA con la Av. Libertador, para atravesar una única puertecita que lleva a la Avenida. Pero mientras caminaba, noto una fuerte manifestación de estudiantes dentro y fuera de la UCLA. Las piedras iban y venían, los cauchos quemándose afuera en la Avenida y estudiantes corriendo de un lado hacia el otro.

   Otra manifestación!. Y esta vez por que protestaran? – Pienso.

Camino apurada hacia la puertecita, pero de pronto miro al cielo, algo me detiene y quedo paralizada. Una piedra muy grande se dirige exactamente hacia a mi, y lo peor de todo es que no muevo un músculo!.

            Wow! esa piedra es gigantesca me digo- , y viene justo hacia a mi. – Pienso en voz alta.

           Y por que no me estoy moviendo? – Me pregunto.  

Me quedo cono gafa mirando la piedra que venia hacia mí. No puedo saber cuantos segundos estuvo la piedra en el aire, pero mientras aun la veía, ya en caída libre hacia mí, oigo de pronto:

     FRANCYS!!! – alguien me grita. Volteo a ver quien era y vi a un muchacho vestido con camisa color claro y jeans, de cabello oscuro y no muy alto.

     Y este quien es? – me pregunto.

        Francys!, por aquí, vente!!! – me grita el muchacho con autoridad y señalando entrar a la puerticita del muro. Él con un pie justo en ella, como si se hubiera detenido al verme.

        De seguro debe conocerme. Seguro es del Politécnico,…pero yo no lo conozco! – pienso todo esto mientras corro rápidamente hacia él. 

De allí en adelante no supe donde cayó la piedra, solo seguí al chico sin pensar en nada más. Juntos atravesamos la avenida, llena de estudiantes tirando piedras y de cauchos quemados. Recuerdo llegar a la isla de la Avenida y seguir viendo la escena y el chico a mi lado corriendo hacia el otro lado de la calle. Recuerdo parar juntos en el otro extremo de la Avenida, ya a salvo y lejos de la manifestación. Recuerdo sentir (como cuando tu sientes que alguien esta a tu lado por el rabito del ojo), que el chico seguía junto a mi. Pero cuando volteé a verle, a darle las gracias, ya no estaba!. Miré a mi alrededor y pude ver dos señoras mirando el espectáculo, y otras tres o cuatro personas en la misma acera, pero muy lejos de mi y ninguna coincidía con la descripción del chico.

     Debe ser que se adelanto, seguro se fue hacia el Politécnico. Lo alcanzare! – me dije.

Camine por la Urbanización (no recuerdo el nombre) que divide la UCLA del Politécnico, un conjunto de callecitas por las cuales debes pasar, no hay posibilidad de perderse allí, es muy simple. Pero por mas que camine a paso apurado e incluso corrí para ver si lo alcanzaba, no pude encontrarlo.

Hasta el sol de hoy nunca supe quien fué. Posiblemente lo vea en la calle y no lo reconoceré. Jamás he tenido un encuentro paranormal, y aun me niego a pensar que este fue el primero. Pero puedo asegurar que esto fue muy extraño y aun me pregunto:

Quien era el muchacho?. Como me conocía? Por que me llamo justo en ese momento? Por que se fue repentinamente? Por que no lo pude alcanzar? A donde fue? Por que no se despidió?. Por que no puedo recordar su rostro?

No se si pensar si fué un ángel el que me saco de allí, salvándome de la piedra, o fue solo el acto de un buen samaritano.

Comparto esto con ustedes, por que hay cosas en que a veces no le encuentras explicación.

Saludos.